Si Dios es Amor, entonces ¡Amar es un Privilegio!

Amar es un privilegio cuando el ser a quien le vamos a entregar nuestro mayor y más puro sentimiento es Dios, Él siempre aceptará nuestro amor y nos amará más allá de lo imaginado.

No hay amor más perfecto y puro que el amor de Dios; su amor no se compara a ningún otro y si Dios es amor, pues amaremos de la mejor manera.